F1: GP Hungría 2011

— Bernie, no queremos que se corra en Hungría, ¡pero llévate las pit-babes a Bahréin!

La F1 ha pasado de ser el culmen de la tecnología automovilística en manos de los mejores pilotos del mundo a ser el culmen de la tecnología aeroespacial con pilotos que hacen a pies juntillas lo que les dicen sus ingenieros. Se me viene a la cabeza la 130R de Suzuka: en palabras de De la Rosa, "fácil a fondo". ¿Fácil? ¿Por qué habría de ser fácil? Pues porque la aerodinámica de los Formula 1 de hoy en día hacen que a más de 200 por hora se genere tanta carga que, rodando del revés (vamos, por el techo), un coche no se caería. Esto supone que el 90% de la labor de un piloto de hoy en día (rodando en seco) sea seguir las indicaciones de su ingeniero: "esta a fondo". Y a fondo se pasa. Es lo único que puedo pensar después de disfrutar, ¡oh, sorpresa!, de un Gran Premio de Hungría divertido como pocos.

¿A qué viene esta perorata? A que hay dos factores que hacen que el talento para coger una curva no se reduzca a frenar a 86 metros, reducir a segunda y coger pronto el vértice: uno es el viento, y otro es el agua. Con viento de cara, el ingeniero dirá "frena dos metros más tarde", y con viento de cola el ingeniero dirá "frena dos metros antes". Pero, ¿y con el agua? ¡Ah, el agua! ¡Origen y solución de todos nuestros problemas! Con el agua se acaban las indicaciones de los ingenieros y comienzan las manos del piloto. Sí, sí, claro que tiene que ver el coche, pero hemos de reconocer que gracias al agua y al equipo McLaren hoy hemos visto una carrera en el Hungaroring como no se recordaba desde el 2006.

Lewis y Jenson nos han regalado un GP que ha ido de lo agitado del comienzo hasta lo jubiloso del final. ¿Órdenes de equipo? ¿Para qué? Entre caballeros nunca han hecho falta órdenes de equipo.

— ¡Mark, cuidado con ese paraguas que lleva el KERS de Red Bull!

La primera ronda de la clasificación se llevaba por delante a Buemi, que, sancionado con 5 posiciones en la salida por la maniobra sobre Heidfeld en el GP de Alemania pasado, prefería no pasar a la Q2 y guardarse sus juegos de neumáticos superblandos para la carrera. Caían junto a Buemi Kovalainen, Trulli, Glock, Liuzzi, Ricciardo y D'Ambrosio.

En la Q2 caían Di Resta, Petrov, Kobayashi, Heidfeld, Barrichello, Alguersuari y Maldonado.

Sabiendo que una pole en Hungría es media victoria (por más que Lobato se empeñe en decir que no), la Q3 prometía ser reñida y, viendo la mejoría de los Ferrari y los McLaren, ajustada. Vettel y Hamilton se batieron en duelo, eligiendo por armas los superblandos, por escenario un circuito ratonero, y por objetivo la pole. El resultado, no dejaba de ser divertido por habitual: Vettel volvió a mostrar su dedito y Hamilton se quedó a escasa una décima de segundo, que podía haber sido menos de no haber entrado un poco demasiado rápido en la última curva. Tercero fue Button, cuarto Massa, quinto Alonso y sexto Webber. Completaban la decena de los primeros Rosberg, Sutil, Schumacher y Pérez.

— Lewis, los demás pilotos nos han mandado un burofax pidiendo que no seas tan jodidamente bueno. Dicen que van a hacer una huelga de monos caídos como sigas avergonzándoles en la pista.

La carrera del domingo iba a volver a comenzar con la pista mojada. En un circuito que tiene escaso uso el resto del año, suponía que la fila de los pares lo iban a pasar mal en la salida (por lo visto está prohibido aquello que puso Senna de moda de barrer la pista por delante de su posición) y que las primeras vueltas iban a ser deslizantes y peligrosas. Todo el mundo optaba por comenzar con neumáticos intermedios.

La salida confirmaba las sospechas, y los impares arrancaban bastante mejor que los pares: Alonso pasaba a Massa, Rosberg a Webber, Alonso y Massa, y Schumacher a Sutil. El único que aguantaba la posición en la salida era Hamilton, que se abría para mantener la posición frente a Button.

Vettel empezaba tirando, pero llevando a Hamilton detrás no hay piloto que pueda estar tranquilo. Lewis salía a la carga, metiéndole el morro a Sebastian en cada curva, obligándole a frenar más y más tarde. Las cuatro primeras vueltas entre Vettel y Hamilton han sido de lo mejorcito que hemos visto en lo que va de año en cuanto a cuerpo a cuerpo se refiere. Vettel acababa cediendo a la presión y en la cuarta vuelta se iba largo en la curva 3. Hamilton no dudaba y abría hueco en apenas cuatro curvas. Las salidas en la curva 3 se sucedían hasta que Massa hacía un trompo y acababa chocando de culo contra las protecciones rompiendo el alerón trasero, aunque podía seguir en carrera.

— Entonces tú te llevas por delante a Rosberg en la próxima carrera y yo te consigo un SLS que será la envidia de la Bratva.

— ¿Perrro qué coño dices? Te dije billetes pequeños y sin marrrcarrr.

Diez vueltas después de arrancar el carril seca ya estaba formado en la pista, y Webber y Massa entraban a boxes a cambiar los intermedios por superblandos. Seguían su ejemplo Button, Hamilton, Vettel, Alonso y Rosberg. Button adelantaba a Vettel y después Vettel y Webber pasaban a Alonso.

Tras la primera parada, Hamilton, Button, Vettel, Webber y Alonso lideraban la carrera. Tras su segunda parada, Heidfeld montaba una barbacoa a la salida de boxes. Comenzaba la segunda ronda de paradas, y Massa comenzaba una remontada imposible pasando a Rosberg y a Kobayashi.

Mientras Hamilton seguía liderando la carrera, Alonso montaba su segundo juego de superblandos intentado pasar a Webber en boxes, pero el australiano no entraba en su juego y montaba los duros. Hamilton y Massa también montaban blandos, mientras que Vettel y Button optaban por los duros.

La carrera parecía que se iba a decidir con la diferencia que pudieran sacar Alonso a Webber y Hamilton a Vettel y Button con su juego de blandos, suponiendo siempre que los duros aguantaran hasta el final de la carrera.

— Fraboni, me dicen por la radio que apuntes en la libretita una docena de magdalenas, tres brioches y cuatro cappuccinos.

— ¿Seguro que eso lo está pidiendo Botín?
— Escúchale... If llú ar jiar tunai, it is bicos llu ar a güiner.

Las cosas pintaban mal para Alonso, que perdía la posición con Vettel, pese a que el de Red Bull llevaba duros. No mucho mejor pintaban para Hamilton, que forzaba hasta el punto de trompear en la chicane y, sin esperar siquiera a que pasaran los recién doblados, forzaba el trompo para recuperar el sentido de marcha, aunque perdía la cabeza de carrera con su compañero Button.

Faltaban veinte vueltas cuando volvía a chispear. Hamilton recuperaba el liderato cuando Button se iba largo de nuevo en la curva dos, y comenzaban la lucha de tú a tú. Webber, según dijo luego por una falta de información desde el muro, entraba a boxes para cambiar los duros por intermedios. Hamilton también entraba a montar intermedios, aunque no le llegaron a funcionar. Webber paraba por quinta vez para recuperar los duros, y Hamilton habría de hacer lo propio y, además, pasar de nuevo por la línea de boxes para cumplir el más que merecido Drive Through por el trompo en la chicane, saliendo sexto detrás de Massa y Webber.

Webber no tardaría en dar cuenta de Massa, y a continuación Hamilton haría lo propio. Massa se quedaba sin ruedas y entraba a montar duros. Kobayashi, que estaba aguantando la séptima plaza a Buemi y Alguersuari con sólo dos pasos por boxes, iba a decidir involuntariamente la cuarta posición con el trenecito que le seguía cuando eran alcanzados por Webber y Hamilton. A Lewis no le temblaba el pulso y entre cinco coches encontraba el hueco para quitarse a los doblados y aprovechar para pasar a Webber. Lo de este chico es de otro mundo.

— Y cuando abrió la puerta, ahí estaba... Richard Branson acompañado de un piloto con patrocinadores. ¡Con patrocinadores!

Ver una carrera en el Hungaroring y no arrepentirse de haber sacrificado la siesta es algo digno de alabar. Ver a Hamilton en un derroche de ambición, talento e inconsciencia (hay que ser inconsciente para hacer un trompo en medio de la pista más estrecha del año), no debería dejar de asombrarnos. Ver a Vettel cediendo una victoria ante cualquier rival sigue siendo sorprendente.

Quizás nos haya pillado de sorpresa que la carrera de Hungría haya sido fastuosa, pero a nadie le sorprenderán las excelsas crónicas de esta carrera leyendo los blogs de mis amigos MFAL, J.Arce, F-1 A.L.C., Mai, McKormick, Hiarbas, Noe_Izumi, Jon Valle-Iturriaga, SilF1, David Anaconda, Martín Herzog, Primo de Anónimo, Iceman y todos los amigos que están en el blog roll.

La clasificación final del GP de F1 de Hungría del 2011:

Posición	Nº	Piloto	Equipo	Vueltas	Tiempo	Parrilla	Puntos
1	4	Jenson Button	McLaren-Mercedes	70	1:46:42.337	3	25
2	1	Sebastian Vettel	RBR-Renault	70	+3.5 secs	1	18
3	5	Fernando Alonso	Ferrari	70	+19.8 secs	5	15
4	3	Lewis Hamilton	McLaren-Mercedes	70	+48.3 secs	2	12
5	2	Mark Webber	RBR-Renault	70	+49.7 secs	6	10
6	6	Felipe Massa	Ferrari	70	+83.1 secs	4	8
7	15	Paul di Resta	Force India-Mercedes	69	+1 Lap	11	6
8	18	Sebastien Buemi	STR-Ferrari	69	+1 Lap	23	4
9	8	Nico Rosberg	Mercedes	69	+1 Lap	7	2
10	19	Jaime Alguersuari	STR-Ferrari	69	+1 Lap	16	1
11	16	Kamui Kobayashi	Sauber-Ferrari	69	+1 Lap	13
12	10	Vitaly Petrov	Renault	69	+1 Lap	12
13	11	Rubens Barrichello	Williams-Cosworth	68	+2 Laps	15
14	14	Adrian Sutil	Force India-Mercedes	68	+2 Laps	8
15	17	Sergio Perez	Sauber-Ferrari	68	+2 Laps	10
16	12	Pastor Maldonado	Williams-Cosworth	68	+2 Laps	17
17	24	Timo Glock	Virgin-Cosworth	66	+4 Laps	20
18	22	Daniel Ricciardo	HRT-Cosworth	66	+4 Laps	22
19	25	Jerome d'Ambrosio	Virgin-Cosworth	65	+5 Laps	24
20	23	Vitantonio Liuzzi	HRT-Cosworth	65	+5 Laps	21
Ret	20	Heikki Kovalainen	Lotus-Renault	55	Water leak	18
Ret	7	Michael Schumacher	Mercedes	26	Gearbox	9
Ret	9	Nick Heidfeld	Renault	23	Fire	14
Ret	21	Jarno Trulli	Lotus-Renault	17	Water leak	19