De hastiados, pusilánimes y frikis
Ayer hablando con el amigo con el que hablo siempre (debería decir que es el que más gilipolleces me aguanta), me resumía muy acertadamente el contenido de este blog de la siguiente manera:
"Si hay F1, escribes la crónica. Si no hay F1, alternas hablar de golfas, de ciencia y de historias deprimentes y autolesivas. Además, ocasionalmente, enlazas a chorradas que ves por ahí."
No hace falta decir que tiene toda la razón.
Así que en esta semana de impasse entre la segunda y la tercera carrera de F1 de la temporada, me veo forzado a volver a mis estupideces de siempre, y me siento obligado además a avisar al lector habitual (al lector, en singular) de que si sigue leyendo es por su cuenta y riesgo, porque mi recomendación —y la recomendación que le daría cualquier médico— es que pare ahora mismo. Al lector ocasional, ese que llega buscando vídeos de caballos follando, fotos de prostitutas metiéndose cosas por salva sea la parte, o el resultado de los concursos de orgasmos femeninos fingidos, no tengo que avisarle, puesto que sé que sólo con ver las fotos va a cerrar el navegador.
Aunque toque hablar de golfas (y aunque dije que iba a hablar de golfas), hoy no tengo cuerpo para volver a vilipendiar a las de siempre. Parece, pues, que toca otra diatriba pesimista y desganada.
Como no se me ocurre nada mejor, voy a hablar de los frikis. Sí, todo el mundo sabe que el friki es el tío raro que lleva camisetas negras con dibujos extraños, que habla de cosas que nadie entiende, pero que a él le hacen mucha gracia, y que, en el mejor de los casos, va siempre cargando con un libro con un dibujo de unos tíos con orejas de punta y caballos con alas. El que el libro esté en inglés es opcional, pero siempre es mejor que sea la edición de bolsillo con tapa blanda.
A menudo los frikis se engloban en el grupo de los pagafantas, cuando en realidad éstos son un subgrupo de aquellos, y no tienen por qué compartir toda su idiosincrasia. El pagafantas en general suele ser un triste en todos los sentidos: ni aptitud, ni actitud, ni inquietud. Un lechón en toda regla. Evidentemente, hay muchos frikis pagafantas, pero no todos los pagafantas son frikis.
Un friki sabe cosas que no le importan a nadie, que asustarían —y asustan de hecho— a cualquier fémina en su sano juicio y que únicamente encuentran utilidad en conversaciones de bar. Una lástima que eso de los bares esté reservado para otros. El friki ni pisa un bar más que para comprar bocadillos de queso que llevarse a las quedadas para jugar al rol. Y de queso sólo si no es alérgico a la lactosa.
Asocial por naturaleza, quiere y recuerda a sus amigos, aunque no los vea en meses o años.
Las determinaciones que toma en la vida se cuentan por errores, y suele describir su método para tomar decisiones con una cita de Bart Simpson:
Si lo haces vas listo y vas listo si lo haces.
Al friki no le gusta cumplir años, y si no le gusta es porque cada año cumplido es un año malgastado. Para colmo de males, cada año que se presenta por delante es un año en el que, con las capacidades mermadas, sólo hay una posibilidad: hacer menos que el anterior.
Los logros en la vida no van más allá de conseguir unas cuantas groupies en el Guitar Hero, tener una buena estadística en el Gran Turismo 5 (aquí las posiciones altas están aún más caras) o pasarse el primer nivel del Sonic jugando con los pies haciéndose 7 vidas extra (sic). Como es de suponer, al friki se le quitan con facilidad las ganas de esforzarse por mejorar, puesto que siempre hay alguien que hace las gilipolleces mejor, con más estilo, o con más medios.
¿Y todo esto a qué viene? Pues a que junto con el trastorno bipolar del que ya hablamos, uno se deprime cuando ve que no tiene mucho que hacer o que ofrecer. Y es que el estado anímico va aparejado a la capacidad creativa. A más optimismo, más cosas se inventan. A más pesimismo, más ganas de tirarte de un puente. Al menos en mi caso, cuanto más alegre estoy, más y mejores cosas se me ocurren. Por eso cuando llego a casa, me siento en la silla de mi habitación y me tiro una hora pensando en qué podría hacer con mi tiempo libre, soy consciente de que no sólo estoy malgastando el tiempo, sino que también estoy perdiendo la cabeza. No es buen síntoma tener una ausencia total de ideas, de inquietudes y de objetivos.
Es extraño disponer de tiempo libre, tener cosas pendientes, y pasarse las horas muertas manteniendo un diálogo de besugos con uno mismo. La línea de pensamiento se convierte en demasiadas ocasiones en una perorata introspectiva detrás de otra, incomprensible hasta (principalmente, debería decir) para uno mismo.
En cualquier caso, caro lector, si has conseguido llegar hasta aquí, o más bien me has concedido llegar hasta aquí, te pediría —y agradecería— que terminaras la lectura con un comentario optimista.
Queridos niños: sin venir a cuento de nada, hoy sólo voy a decir que, si en TVE pueden retransmitir las motos emitiendo la señal en 16:9 con las bandas negras arriba y abajo, bien podrían aplicarse el cuento los de Telahinco y hacer lo propio.
Besos para ellas, abrazos para ellos.
Foto: http://blog.makezine.com/archive/2008/03/nyc_armory_show_2008.html
Venga hombre ! no se porque te flajelas asi ...
ResponderEliminarEres un poco friki, pero con encanto. Quien no tiene manias? Tienes mucho tiempo libre, es verdad. Debes de provechar todo ese tiempo en algo que te guste y te motive ...(¿?) De todas formas, pienses lo que pienses y hagas lo que hagas siempre serás Ventu, el crack, el amigo.
¿Cómo cojones voy a ponerte un comentario optimista, si acabas de dejarme el ánimo a la altura de la roña de mis zapatos?
ResponderEliminarVenga, voy a intentarlo:...
.. el próximo Domingo, en Bahrein, Alonso va ganar la carrera.
...
...
... ¡Hostia! creo que me he pasado... eso no es ser optimista, es ser un iluso. Bueno, venga... mejor lo vuelvo a intentar más tarde :-S
Creo que voy a poner un anuncio en la sección de contactos que diga así:
ResponderEliminarSe ofrece friki con encanto para jugar al Gran Turismo y lo que surja. Tengo mi propia guitarra del Guitar Hero. Hotel y domicilio. Acepto VISA y Mastercard.
Miguelón, cachondo, la idea era hacer comentarios optimistas sobre mis intereses xDDD
Debería haber buscado fotos de la italiana... :-\
Te estaba escribiendo un comentario bastante extenso, pero vamos... no le veo sentido.
ResponderEliminarSi tienes problemas mentales al psicólogo y sino, pico y pala te iba a dar para quitarte la tontería. Lo que pasa es que tienes mucho tiempo libre para pensar y eso es malo.
Si quieres nos vamos de putas y luego a cenar al fridays.
Me consuela saber que el proximo post será de ciencia o de golfas.
ResponderEliminarMe alegra saber que no eres un escribicionista como los demas. Tu no lo haces por autobombo ni por escribir un diario publico. Simplemente creo que te gusta.
Me activa el coco leer tus chorradas, me dan de pensar, mucho mejor que leer lo mismo de siempre.
Y frikis ya quedan pocos. Ahora hay mucho falso, mucha pose, mucha hora chanante garrafon.
Friki se nace. Scorched Earth, Load "", de beber albondigas o Oceanic Airlines.
Lo que quieras. Veneno, canela. Lo que quieras.
Uno de los siguientes post tiene que tratar sobre Turing. Voy a hacer como el del libro: primero divagar sobre que era marica, y luego decir que, aunque hizo cosas, lo principal es que era marica. Luego también deja caer que era marica, pero que no era el único.
ResponderEliminarPor cierto, a la vista de tu comentario, me entran ganas de poner en el título del blog:
¿Aburrido de leer las gilipolleces de siempre? Abúrrete leyendo las mías.
Que quieres que te diga, pedrosa ganó porque le corría la moto no por nada más.....¡ostia, que éste blog es de las golfas y F1!...lo siento.
ResponderEliminarPues sí...frikis somos todos, cada uno con su tema....y mi hijo seguro que ahora estará chupando las tetas de su madre o cagando....que tio más feliz.
Lo dicho cada loco con su tema.