De la búsqueda de la felicidad
Con eso de que el viernes fue la Fiesta Nacional y nos hemos juntado con un pseudopuente de tres días, este fin de semana he tenido tiempo para recluirme en mis sandeces, y he recordado algo que una vez me dijo alguien que me ha demostrado sobradamente que me aprecia, y que era algo como "si te dejas llevar por la tristeza al final te haces daño a ti mismo y a los que estamos a tu lado, porque no sabemos cómo ayudarte". Aquello me hizo pensar que si siendo feliz podía agradar a la gente que tengo alrededor, que quiero y que sé que me quiere, merecía la pena hacer el esfuerzo. Como de bien nacidos es ser agradecidos, me he puesto manos a la obra en busca de la felicidad.
Por supuesto, si antes se decía que el conocimiento se encontraba en los libros, yo he ido a la nueva fuente de la sabiduría humana, y le he preguntado qué es la felicidad. Por supuesto, el resultado es que la felicidad es efímera. Pero no sólo eso: la felicidad es un bien escaso. ¿De qué serviría entonces que cayera en manos de aquellos que no íbamos a saber aprovecharla?
Si la felicidad es efímera y para colmo de males únicamente está al alcance de unos pocos, ¿qué podemos hacer aquellos a los que nos está vedada sino sumirnos en la ignominia de nuestra propia existencia? Pues de nuevo he venido a recordar algo que leí en una entrevista de Punset a un tal Mihaly Csikszentmihalyi (de los Csikszentmihalyi de toda la vida). Mihaly relativiza la felicidad a la experiencia, y esta a lo que se hace en la vida. Finalmente concluye:
"Tenemos que gastar un tercio de la vida en que estamos despiertos en algo productivo, en algo relacionado con conseguir calorías para el organismo, ya sea cazando o trabajando en una fábrica, o estudiando, los jóvenes. El otro tercio es lo que llamamos mantenimiento, que es simplemente tener el cuerpo en un cierto nivel de funcionamiento, es decir vestirse, afeitarse, peinarse, comer, desplazarse al trabajo... por hacer todo esto no se recibe ningún sueldo, pero hay que hacerlo ya que de lo contrario el cuerpo se deteriora: el pelo crece y la gente se deja. Y lo tercero es el placer, que es lo que los griegos llamaban “escoleia”, que significa lo que se hace en el tiempo libre. Esta es la palabra de la que se deriva la palabra escuela, porque para los filósofos griegos lo que se hace en el tiempo libre es aprender, y esta era la manera de crecer y mejorar..."
Así que la solución mágica para ser feliz es tener la mente ocupada, aprender y mejorar como individuo. Me parece fetén, pero, ¿para qué sirve saber cosas que son otros los que las han descubierto? ¿Para qué sirve construir cosas que son otros los que las han inventado? ¿Para qué sirve aprender hechos que otros han vivido? ¿Para qué sirve estudiar la vida de gente que no he conocido? ¿Para qué sirve estar enamorado cuando no eres correspondido?
Definitivamente, no es fácil levantarse con una sonrisa de oreja a oreja, con ganas de estar contento; si el secreto de la felicidad está en una vida plena, cultivada y entretenida, ahora entiendo por qué por mucho que me levante con el firme propósito de ser feliz para cuando aparecen las primeras horas de la tarde ya estoy encabronado y sin ganas de vivir.
Pero, ¿dónde está realmente oculta la ilusión por ser feliz? La ilusión no se pierde; la ilusión no existe. Cuando tienes algo que perder, buscar la felicidad es secundario.
Y es que, ¿quién es realmente feliz en la vida? Si lo pienso con frialdad, todos los seres realmente felices que se me vienen a la mente no cumplen ninguna de las premisas dadas: no son productivos, no están cultivados y desde luego no buscan la felicidad.
Hace poco leí la afición que tienen los líquenes por vivir, por mal que se le pongan las cosas. Cito a Bill Bryson en su libro Una breve historia de casi todo:
"Un liquen es una asociación entre hongos y algas que, sorprendentemente, se alimenta de rocas. Los hongos excretan ácidos que disuelven la superficie de la roca, liberando minerales que las algas convierten en alimento suficiente para el mantenimiento de ambos. Los líquenes son de crecimiento lento. A un liquen puede llevarle más de medio siglo alcanzar las dimensiones de un botón de camisa. Sería difícil imaginar una vida menos plena".Si miramos en derredor, lo más probable es que los típicos gilipollas que son felices no sean más que unos tarados mentales, unos viva la virgen o, en el mejor de los casos, la evolución que han seguido los líquenes tras millones de años de metamorfosis, para acabar pareciéndose a un ser humano.
Queridos niños, hoy voy a volver a citar a mi bienquisto Cervantes, quien parece que escribió su Quijote sólo para mí:
Busco en la muerte la vida,
salud en la enfermedad,
en la prisión libertad,
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad.
Pero mi suerte, de quien
jamás espero algún bien,
con el cielo ha estatuido
que, pues lo imposible pido,
lo posible aun no me den.
Sed felices si podéis y, si no, sed felices por los demás.
Foto: http://www.flickr.com/photos/mongol/465550988/
No solo de F1 vive el hombre...
ResponderEliminarBonito post, señor mio. (y buenísima la foto) Espero que sea verdad, y no cinismo y que se dedique un poco a ser feliz, dejar ciertas cosas atrás, y disfrutar de lo poco bueno que nos ofrece esta vida. (como bien dice el Czistenloquesea ese)
Mi madre me comentó que había leído por ahí que la buena amistad, la de verdad, consiste en estar al lado de la gente cuando las cosas les van bien, por aquello de que cuando les van mal, al ser humano, que es mezquino le mola ponerse al lado para ver que lo suyo es mejor.
Así que, espabile usted, que si no le voy a dar mas palos que a una esterilla.
Y ya sabe usted, que aquí nos tiene para lo que usted necesite, que es usted un MUY Grande de España.
Quedo agradecidísimo a su comentario, además de que, como ya sabe, me refería a usted cuando hablaba del amigo que me ha demostrado sobradamente que me aprecia.
ResponderEliminarEl ser humano, como el hongo de los líquenes, siempre necesita alguien a su lado para que conviertan los minerales que exudan en jugosos nutrientes. Como bien sabe, usted es una de mis algas (con mi bilis se puede derretir el granito y obtener estupendos materiales radioactivos).
Reciba usted un ósculo, y póngame a los pies de su eximia señora.
Maese Ventura... sabe usted que a veces los amigos están más cerca o lejos por los quehaceres y distancias de la vida, pero a pesar de los km siguen siendo amigos igual.
ResponderEliminarA ver si se rememoran viejas circunstancias que empiezan por B y nos sentamos todos a insultarnos...
PD: Como puede usted observar paseo por este su tablón alguna que otra vez...
Yo era feliz. O eso creía.
ResponderEliminarY un día deje de serlo. Por una gilipollez. Y me volví un triste.
Hasta que otro día (bueno, me costó una temporada) decidí que era mejor para todos que yo fuera feliz.
Y ahora soy feliz otra vez.
PD: notesé el uso intencionado del verbo ser en detrimento del estar.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerido Ventura, todos sabemos que toda tu diatriba no es ni mas ni menos que una vulgar distracción para no abordar lo que todos sabemos...
ResponderEliminarEl primer paso hacia la felicidad esta aquí:
FELICIDAD
Un abrazo
¿Alguién tiene que decirlo?
ResponderEliminar¿Te has vuelto marica o qué?
Eres un tipo excelente Ventura, y si yo tuviera un hijo (para lo que tendría que aprender a partirme como bacteria primordial) me sentiría orgulloso de que fuera como tu.
Tu molas tio.
Sois todos una panda de larvas que lo único que queréis es chuparme la sangre y aprovecharos de que mi mal karma equilibra el universo para sentiros mejorer y estar felices con vosotros mismos.
ResponderEliminarSoy como la amiga fea que se llevan las guapas a la discoteca para que los tíos le entren a ella, y os aprovecháis de eso.
Pero, por supuesto, os lo agradezco; porque si no me quedaría en casa viendo culebrones, haciendo calceta y llorando mi ignominia.
Gracias, panda de maricones. Siempre nos quedará Basardilla.
PD: Ya tengo doble ración de felicidad de esa. ¡Ahora necesito cosas más caras, que utilice menos, y que ocupen más!
lo de la felicidad está bien y tal, pero viendo la trayectoria de este blog aquí está mal decirlo... Solo gente como Oh Bono! puede ser un rockero chungo y a la vez solidario... que es Bono COPÓN!! Yo le hago caso y ahora despues del 3 me salto al 14 porque me mola... Recordad, nada de mejor para llegar a la felicidad completa que un granizado de Leeeeeeemonnnnn!!!
ResponderEliminarAaaaaaaaaaale! no me sean tarugos y disfruten de la guitarras, de AC/DC, de Muchachada Nui o de las fotos de la Bellucci o de lo que ustedes quieran pensar que es vida mientras esté en su mano ¡COPOOOOOOOOON! O si no, siempre podrán consolarse yendo a Virgen del Coro a poner una pica en Flandes... yo qué sé...
Veeeeeeeeentuuu!!! un abrazo tío
Algo mas caro, mas grande y que uses menos.......
ResponderEliminarESTO?
MOLAS!
Madre del amor hermoso:
ResponderEliminar"Para informaciones or fotos contactadme por email antes de bidar!"
¡Bidar! ¡Cómo no se nos había ocurrido antes! ¡Grandísimo!
hola guapo:
ResponderEliminarme ha guatado tu disertacion sobre la felicidad, can alguans cosas estoy de acuerdo y con otras..... Aunque soy nueva o casi nueva en tu vida espero aportarte algo de felicidad jugando al muskin ( o como se escriba) y tambien queria que supieras que te aprecio mucho y que soy mujer. un besot enorme
perdon por la primera frase que no se entiende na, es tarde y mi cabeza esta como un bombo.el placer de ser profe. lo dicho ventu TE APRECIO DE VERDAD Y AQUI ME TIENES PARA LO QUE QUIERAS
ResponderEliminarPara lo que quieras? Ten cuidado con lo que dices, que igual acabas... ya sabes... en medio de brasil cortando unos cablecitos a un coche de F1.
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