F1: GP Francia 2007
En este fin de semana han coincidido en el tiempo (aunque no en el espacio) dos eventos que pasarán a la Historia por estar inextricablemente relacionados: el primero, la llegada a Madrid de un millón y medio de festivos sodomitas (según la organización); el segundo, la carrera de Fórmula 1 disputada en Magny-Cours.
Se preguntarán ustedes qué relación puede haber entre uno y otro acontecimiento, y la respuesta es bien sencilla: en los dos hubieron sendas cabalgatas donde, según lo previsto, se siguió un estricto orden y concierto.
Entre otras similitudes está que cada carroza llevaba encima uno o más desviados sexuales. Unos cantando a los cuatro vientos que les han roto el culo; los otros demostrando con hechos irrefutables que la F1 moderna está tan sujeta a la aerodinámica que en un circuito con tantas curvas rápidas es imposible del todo adelantar sin empujar al contrario fuera de la pista.
Resumiendo la carrera: se apagaron las luces, salieron los coches, y, tras dar 70 vueltas al circuito, volvieron a boxes. Hicieron una entrega de premios que vimos a medias porque en T5 son así, y luego dieron una rueda de prensa que también vimos a medias porque en T5 son así.
Sí, estoy viendo a la señora del fondo... ¡dígame! ¿Que hubo más cosas? Sí, claro que hubo más cosas. Primero, que Hamilton tuvo algún problema en la salida, lo que hizo que le adelantara Kimi. Luego, los toques a mitad de la primera vuelta: Davidson se llevó puesto a Liuzzi, y a Kovalainen le dio un toquecito precioso Trulli que le dejó en Adelaida mirando a un tendido no tan lleno de gabachos como era costumbre.
Massa y Raikkonen se estuvieron paseando, saludando al personal, hasta que, en la vuelta a pista tras la segunda parada, Massa se encontró con la cola de la cabalgata, donde iba la carroza de las pollas de goma, desde donde tiraban caramelos a los niños, y perdió tiempo suficiente como para que Kimi recuperara la ventaja que el brasileño tenía antes de su parada.
¿Hamilton? En su línea. Ningún error. Correctíssssssimo. Subió al podio, lo que hizo que volvieran a enfocar a su padre enjugando lágrimas, y sumó unos puntitos que seguro que le han sabido a gloria. Por destacar algo, le ha echado un par de propergoles cuando se ha emparejado con un Kubica que reaparecía tras ser salvado por una intervención divina en una de las curvas más de pelotas en su última salida de boxes.
¿Y Alonso? Pues no ha podido hacer más. Sí, ha adelantado una vez a Heidfeld, que ha terminado quinto, pero eso no creo que le haya servido de mucho ni para el mundial, ni para que el calvo se le ponga de rodillas en el motorhome de McLaren tras la carrera.
¿Qué hubiera pasado si, como dijo alguien mucho más listo que yo, hubiera llovido? Sólo Dios lo sabe, pero, lo que sí sabemos, es que, sin lluvia, no hubo nada de nada.
Ya no hay cabida para las machadas del estilo de las 4 paradas en boxes de Schumacher que le llevaron a la victoria en el 2004. En un campeonato tan igualado en todos los aspectos como el que estamos viendo, salirse del guión es sinónimo de tener problemas.
Para colmo de males, si no contamos el adelanto a un Heidfeld jodido de la espalda, Alonso tampoco hizo mucho, con lo que ni siquiera los comentarios de los periolistas de T5 pudieron sacar del sopor al respetable. Ya puestos, memorable la retahíla de problemas de Alonso a lo largo de toda la temporada que narró Antonio Bobato una, y otra, y otra vez. Tan digna de recordar fue que hasta el propio Alonso se quedó a cuadros cuando el insigne calvo le dijo "la mala suerte se ha cebado contigo". No quiero ni imaginarme qué dirá si abandona en alguna carrera por problemas con el coche. Ya hubo que cambiar el Renault por el Mercedes, y supongo que ahora habrá que volver al Seat Panda.
Queridos niños: me llamarán intolerante, pero, sinceramente, nunca he comprendido por qué a alguien le pueda apetecer subirse encima de un camión para pasearse por el centro de Madrid cantando a los cuatro vientos que le han dado por culo. Y, ya puestos, tampoco comprendo por qué se sigue corriendo en un circuito estrecho, malencarado, donde es imposible adelantar y donde lo único interesante es ver a los coches volar por encima de los pianos de la chicane de entrada a meta. Sí a Bernie Ecclestone le mueve el dinero, y el dinero lo da el espectáculo, así que no se extrañen de que el año que viene no se corra en Magny-Cours.
[Actualizado:]
Ya tenemos otra estupenda crónica de El Anaconda.
Y un montón de sandeces de El Experto.
Os fijasteis que una de las azafatas era Lisa Randall?
ResponderEliminar:D
¡Creo que tu comentario sólo lo voy a pillar yo!
ResponderEliminarxDDDD
Creo que siguiendo el tono de las ultimas carreras, el bueno de Bernie se esta planteando el GP de Madrid que se correria en la M-30, desde el nudo sur, por el carril de via de servicio, hasta el nudo norte, y luego vuelta pal otro lado.
ResponderEliminarEstupenda carrera a 1 vuelta, con alrededor de las 2 horas de duracion...
PERO SERA POSIBLE QUE HOY ME HE TIRADO UNA PUTA HORA Y VEINTE MINUTOS!!!! UNA HORA Y VEINTE MINUTOS PARA HACER ESCASOS 800m!!!!!
HIJOOOOOSDEPUTAAAAAAAA!!!
Me quemoooo!!! ME estoy quemando!!!
CLICLI!!! HIJO DEPUTAAAA!!!
Hoy odio a todo el mundo!
La diferencia entre las dos cabalgatas es que por lo menos una estaba pensada para que la gente se divirtiese; mientras que en la otra, cual Homer Simpson, solo se podía gritar:
ResponderEliminar"Venga, que se estrelle alguien".
Menos mal que ahí estaba Albers para divertir al personal, agitando la cola de su Spyker.
Internet, al servicio de mi odio.
ResponderEliminarBueno, que me he quedao mucho mas tranquilo tras el post.
El Odio alimenta el Lado Oscuro.
Mas info, en el post de mi blog.
--Fin del autobombo---