De la edad de la Tierra (2ª parte)
La vida es un mar de sorpresas, y aquí estamos nosotros, como diría aquel, en su piélago profundo, navegando sin esperanza de llegar a puerto alguno.
Tras preparar el post sobre el cálculo de la edad de la Tierra, era plenamente consciente de las manifiestas carencias que, con dudoso acierto, intentaba tapar. Sin embargo, aunque bien es cierto que es tal y como era de prever, mi eximio público vino de nuevo a darme una lección de humildad, al apuntar sabios comentarios a mi teoría, ya cercana a la ley, sobre los cuales no había hecho ningún tipo de consideración.
Una de las objeciones que mayores temores me hacía tener sobre los comentarios que iban a surgir era, por evidente, de obligada respuesta, y no es otra que la de cómo es posible que tengamos conciencia de hechos históricos acaecidos mucho antes del nacimiento de la Tierra. Una de las respuestas (la más evidente), es que todo eso que nos cuentan no es más que una evidente manipulación de los peces gordos, esos que no quieren que sepamos que con un poco de sobrasada, betún de judea y jabón de baño podemos recorrer más de 200 kilómetros echándolo al depósito de nuestros coches. La otra respuesta, no tan evidente pero más jocosa, echa mano (otra vez), del tiempo relativo y de la teoría de la relatividad de Einstein, aquella del E = mc².
Un ejemplo típico para explicar que el tiempo es relativo puede ser el siguiente: supongamos 2 relojes perfectamente sincronizados situados en la Tierra. Un astronauta toma uno y se marcha al espacio en una cápsula que va a una velocidad cercana a la de la luz, mientras el otro reloj se queda aquí, siguiendo el curso normal. Según la teoría de la relatividad, cuando el reloj que va en la cápsula vuelva a la Tierra, marcará una hora anterior a la del reloj que ha permanecido aquí, pese a que para el observador que acompañe al reloj de la cápsula este ha continuado funcionando normalmente.
Sabemos que cuanta mayor es la cantidad de golfas que pululan por la Tierra, mayor energía es necesaria para que el Universo no se pliegue sobre sí mismo.
Siguiendo con la ecuación E = mc², y sabiendo además que "la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma", nos vemos forzados a despejar que la velocidad a la que avanza el tiempo se va retardando conforme el número de golfas va en aumento. El tiempo total de la edad de la Tierra es de 71,8 años, sí, pero no años tal y como los medimos en la Tierra conforme al giro alrededor del sol, sino 71,8 años reales, de los buenos.
No dudemos pues, que, de seguir así la cosa, pronto se detendrá el universo exterior mientras nosotros aquí, rodeados de golfas, continuamos ignominiosamente con nuestro deambular diario.
Queridos niños: una vez más, arrostro a la incomprensión, a la intolerancia, a la intransigencia y obcecación del mundo, para defender aquello en lo que creo, que no es otra cosa que la búsqueda de la verdad con todo aquello que tenemos al alcance de la mano.
Cito a Stephen Hawking:
Hemos evolucionado desde las cosmologías geocéntricas de Ptolomeo y sus antecesores, a través de la cosmología heliocéntrica de Copérnico y Galileo, hasta la visión moderna, en la que la Tierra es un planeta de tamaño medio que gira alrededor de una estrella corriente en los suburbios exteriores de una galaxia espiral ordinaria, la cual, a su vez, es solamente una entre el billón de galaxias del universo observable.
Feliz día del libro.
Más información:
http://www.librosmaravillosos.com/historiatiempo/index.html
Te noto influenciado por el libro en cuestión. Que grande es ese hombrecillo matratado por una golfa que esta sentado en una silla de ruedas y solo mueve los ojos y un dedito.
ResponderEliminarSólo mueve los ojos, pero el tío acojona.
ResponderEliminarSi le pones de fondo la música de una peli de terror mientras le ves venir te cagas encima.
Claro que si le pones de fondo la música del spanish flea te partes el culo.
Por cierto, ya he terminado de leer el libro de Hawking. Voy a ver si busco "Cosmos" de Carl Sagan.
ResponderEliminarHay una biografia sobre Hawking que mola mas que la historia del tiempo, donde se explica mejor, lo de los agujeros negros, los agujeros grises y todos los agujeros de todos los colores.
ResponderEliminarSi encuentro el libro te digo el autor.
Y el cosmos de carl sagan está un poco desfasado pero es muy bonito.
En cuanto no comentamos Parrilla y yo esto se convierte en un antro de culturetas, y del peor rojerio...
ResponderEliminarVenga, venga... haced el saludo mason ahora que no os miro...!!
Todo el mundo sabe que la Tierra solo es un "puff" en el cual sentara sus posaderas el Dios Mandril!!
Y sera entonces cuando veamos un agujero negro de verdad, y no las tonterias esas de los astronomos, que solo sirven de excusa para las pelis de ciencia ficcion...
HAIL MANDRIL! VIVA SATO!
acojona, ademas con el puño que tiene su silla acojona mucho!
ResponderEliminarsi te ha gustado, pillate el "el universo en una cascara de nuez".
lo llamaré el "abujero" de hawking
Mandril inventó los bujeros negros para poder tirar dentro a las golfas y que no pudieran escapar.
ResponderEliminarLuego se dio cuenta de que alguien tenía que limpiar sus heces y decidió que a algunas las iba a dejar para que le prepararan los banana split.
HAIL MANDRIL!
HAIL MANDRIL!
¡Loor a su enviado en la Tierra, el Príncipe Atlante!
Señor Ventura, me agrada ver que puede usted hacer uso de un libro para rellenar el blogg. Me recuerda a un artículo del país semana que hizo Rosa Montero o alguna otra rojilla del vogue en el que plagiaba al libro de una breve historia del mundo (lo mejor es que lo comenta) poniendo lo del tio que inventó la gasolina con plomo.
ResponderEliminarEl tiempo es relativo... la eternidad es el tiempo en que Mandril tarda en ir al baño, coger unos aperitivos y volver al universo para destruirlo.
Salve Mandril, que las golfas que no limpien tus heces sean lanzadas a los agujeros negros para regocijo de todos.
No te preocupes, Parrilla...
ResponderEliminarTengo clarisimo que el que ha escrito el post no es Ventura...
TODOS sabemos que Ventura SOLO LEE UN LIBRO, que es el del muchacho ese, Cervantes...
Por tanto es imposible que Ventura haya leido otro libro.
Es decir, si pesa lo mismo que un ganso, esta hecha de madera, y por tanto...
ES UNA BRUJAAAA!!
Um curiosos los comentarios y el post, a mi, me gustan las margaritas, siento que a usted no le gusten jajaja
ResponderEliminary yo pensaba que las golfas polacas.... ains, mi instinto lesbiano me ha traicionado...