De los sueños, las enajenaciones y los delirios febriles
El ser humano, como ente vivo es, dentro de lo deleznable que resulta su trato, sorprendente. Lleno de todas esas pequeñas manías, defectos e imperfecciones que lo hacen tan maravillosamente singular, está la desusada capacidad para caer dormido allí donde le place. Bien es cierto que esta cualidad no es extensible a todos los especimenes, el rasgo principal sí que es, cuando menos, el dormir de una manera más o menos habitual (absténganse de incluirse aquí insomnes crónicos, seres de reconocida vida nocturna y poseedores de una playstation 3).
Propincuo al dormir está su gran amigo el sueño (entiéndase aquí el acto de representarse en la fantasía de alguien, mientras duerme, sucesos o imágenes), que viene a ser la representación onírica de aquello que, por unas cosas o por otras, nos está negado en la vigilia. A mí, personalmente, me gustan los sueños nocturnos. De los otros ya he dicho que cada se los puede meter por salva sea la parte, si es que tiene gusto en ello.
Siguiendo con lo que decía, este mismo fin de semana he tenido un curioso sueño al que, por lo que entraña, debo poner en antecedentes: contigua a mi habitación está la casa del vecino; un vecino campechano, amigo de jarana, y cuyas aficiones abarcan desde comentar a gritos con su mujer el partido del Madrid del domingo a la una de la mañana mientras está despachándose en el mingitorio hasta levantarse a la ocho de la mañana con igual ánimo festivo y jocundo, y no menores voces. Todo esto me obliga, por mor de poder dormir, a tener que emplear unos tapones de espuma para los oídos, tan útiles para no oír a mi vecino miccionar como para tener animados sueños como el que me este sábado me aconteció, y es que, estando en el más profundo de los sueños, vine a imaginar que daba buena cuenta de un exquisito plato de patatas fritas, de las cuales había una pastosa, insulsa y tan repugnante que me iba a llevar a las primeras arcadas cuando, por aquello de que la naturaleza es sabia, hube de despertar. Por supuesto, la asquerosa patata frita que con tanta fruición masticaba no era otra que el tapón de uno de mis oídos. Acabóse el goce, acabóse el sueño y acabaronse mis ganas para seguir durmiendo.
Al hilo de los sueños vienen otras no menos jocosas enajenaciones, que son las provocadas por la fiebre. Casos he visto de gente con 40 de fiebre hacer vida normal, pero un servidor, en pasando de 37 y medio, viene a perder (aún más) la cabeza. Entre los grandes éxitos está el celebérrimo de "la croqueta", que vino a ser que, estando con algo más de 38 de fiebre hube de imaginar que era una croqueta a la que estaban friendo en una sartén, y, con ello, para acabar bien doradita, comencé a dar vueltas a un lado y otro de la cama hasta que se me arrollaron las sábanas alrededor y quedé no como croqueta, sino más bien como gamba con gabardina.
Otra de las enajenaciones buenas fue que, estando en medio de la noche con abundante fiebre, pensé lo que piensa cualquiera en esas circunstancias: que me había estropeado. Así, concluí que lo mejor era que mis padres me llevaran al servicio técnico, con lo cual recordé que, para llevar cualquier aparato al servicio técnico, este debe ir en su embalaje original. Por supuesto, mi embalaje original (como creo que el de cualquiera) es ir en pelota viva, con lo que, por aquello de tapar las partes pudendas, convine en que lo mejor era, sí, ir desnudo, pero tapado convenientemente por la guitarra que tengo en la habitación. Gracias a Dios no tuve fuerzas ni para levantarme, porque no quiero ni imaginarme lo que hubiera sido irrumpir en pelotas en la habitación de mis padres con la guitarra colgada del hombro diciendo "me he estropeado, llevadme al servicio técnico".
Queridos niños: los sueños son divertidos, pero no es divertido despertar de ellos. Soñad, si tenéis el espíritu fuerte o queréis fortalecerlo. Ya decía Nietzsche aquello de que "lo que no me mata me hace más fuerte".
Os deseo felices sueños, y feliz despertar (si es que es eso posible).
grande, grande!!!!
ResponderEliminarYo solo recuerdo un sueño muy curiso, estaba en un submarino terrestre que iba por las alcantarillas de una ciudad. En esto que debo de decir algo (no sueño sonidos, no sé si es lo normal) y decididmos subir porque el peligro ha pasado. Subimos y entonces cae enfrente mia un pepino nuclear, veo el estallido, miro al segundo de a bordo y se acabó.
No es gran cosa, pero es el único del que me acuerdo (ese y uno en que jugaba al sf2).
Delirios febriles nunca he tenido.. bueno, si, uno a los 17 años. Pensé que algún día sería feliz y tendría un buen trabajo.
Ah, los sueños...
ResponderEliminarQue nos permiten durante un breve tiempo escapar de la cruda realidad hacia una, si no siempre mas feliz, al menos mas entretenida vida onirica...
No recuerdo ahora mi sueño mas raro y bizarro. Pero un clasico mio es la persecucion...
Normalmente se trata de estar perseguido por zombies, incansables e imposibles de evitar por mas tiempo que unos minutos.
SOn agobiantes, pero no dejan de ser excitantes...
Y por supuesto, estan los mas odiosos... Aquellos en los que consigues algo que en la vida real es esquivo, y cuando te levantas, emocionado, compruebas que la realidad es que sigues sin tener ese objeto de deseo.
Cuantas veces soñe yo con mi bici BMX añorada, para despertarme y descubrir al cabo de un rato que eso jamas habia pasado.
"Morir es dormir...
Si, y tal vez soñar."
Hamlet
Yo sueño con tener una PS3...
ResponderEliminarNo sueñes... ¡COMPRA!
ResponderEliminarAsí podrás jugar online con Dieguito y conmigo ;)
:D
y os ganaría a los dos juntos...
ResponderEliminar:P
¡Que se vea! ¡Que se vea!
ResponderEliminar:DDDDDDDDD
A ver si sacan uno de coches en el que se puedan hacer carreras interesantes en las que pueda emular a mi idolo Takuma Sato...
ResponderEliminarEs decir, que os voy a echar a todos del asfalto!!
Mua ha ha ha ha ha ha hA!!!
Parrilla, comprate una PS3, o dejaremos de ser tus amigos...
Miles de Testimonios reales avalan que comprarse una PS3 es bueno para la salud y para el espiritu:
-J.L.V se compro una PS3 y el difunto Bon Scott y su R5 dejaron de aparecersele en sueños, y empezo a soñar con Monica Belluci desnuda!
-C.G.F hizo que su hermano se comprara una PS3 y fue nombrado concejal de urbanismo de Seseña y le toco un Ferrari en una tombola!
-J-M.P.M no se compro una PS3 a pesar de tener dinero de sobra, y pillo una sifilis terminal sin mantener relaciones sexuales!
Acaso se necesitan mas pruebas??
PD: Eso si, HDMI, amiguitos, HDMI.
Jojojojo....
ResponderEliminarHacía años que no hacíamos lo de los testimonios. xDD
Parrilla, la LPCCP (liga por la compra compulsiva de la playstation3) te va a perseguir hasta que te la compres.
Por cierto, Carlitos, el mando sale por 45 eurazos.
Si los testimonios no convencen a Parrilla, no se que lo va a hacer...
ResponderEliminar45 leuros? coñes...
Y a mi que me hace ilusion el mando ese del raton...