De las flores y las golfas
Corría la noche del 9 de noviembre de 1938 cuando la kristallnacht dio el pistoletazo de salida a las deportaciones, internamiento en campos de concentración para el posterior exterminio, y, ultimadamente el holocausto. Todo comenzó con la inocente quema de poco más de un millar y medio de sinagogas, tiendas y almacenes, y la detención y concentración de unos cuantos de miles de judíos.
El 1 de septiembre de 1939 los alemanes deciden hacer una excursión por Polonia, que a la larga se les fue ligeramente de las manos y acabó con la creación de la blitzkrieg y posterior conquista de toda Polonia. A finales de septiembre Alemania y Rusia ya se estaban firmando acuerdos para repartirse el territorio europeo que posteriormente iban a conquistar.
Fue a partir del mes de octubre del año 1939 cuando las tropas de la policía de asalto Schutzstaffel marcaban con una estrella amarilla a los judíos para tenerlos identificados.
El 27 de marzo de 1940, vista la cantidad de estrellas que pululaban por las calles polacas, Himmler ordena la construcción del parque de recreo de Auschwitz, el más cinematográfico, a los que posteriormente se unieron Treblinka, Dachau, Sobibor y algún otro.
Para no dilatarme con detalles que sin duda todos deben conocer, la cosa siguió de un modo poco jocundo con el intento de exterminio de todos aquellos que portaban las señaladas estrellas amarillas, y, una vez que fueron cerrados los mentados campos de concentración, con los posteriores juicios por crímenes en contra de la paz, crímenes de guerra y crímenes en contra de la humanidad.
Dudo que hubiera alguien que por su propia voluntad o por gusto tuviera a bien identificarse con las estrellitas amarillas en la Alemania de finales de la década de los 30 y principio de los 40, y todo ello sin necesidad de saber el funesto futuro que se les auspiciaba.
En cambio a día de hoy, más de 65 años después, lo moderno, lo guay, lo cool es marcarse a sí mismo y a sus propiedades cual cabeza de ganado de la Ponderosa.
¿Cuál es la más preciada posesión del progre de turno? ¡El coche! ¡Faltaría más! Si el clásico San Cristóbal en lo alto del salpicadero junto a la foto de la parienta y los niños sobre el pedestal donde reza no corras papá fue sustituido por la pegatina de la Expo'92 en el cristal trasero, esta fue a su vez reemplazada por la estupenda Lagos de Sanabria, famosa por añadir 10 caballos a la potencia total del coche (no confundir con la de No Fear, la cual incrementaba del orden de 15 a 20 caballos).
Todo eso pasó a la Historia. Lo moderno hoy es la margarita. Puede estar en el tapón de la gasolina, en la puerta del maletero, encima del capó del motor... hasta en el ojete si es menester. Cual estrella amarilla, las putas margaritas florecen inclementes doquiera que uno ponga la vista.
Pero el daño visual no viene solo: por lo general con la margarita viene en el pack una falta total de pericia conductiva aderezada con lesiones cerebrales severas. Nada de mantener la línea que marca el carril, respetar los cedas el paso o circular a una velocidad adecuada, puesto que la margarita de rigor otorga poderes extrasensoriales desconocidos hasta ahora, como son el circular haciendo ostensibles eses con el fin ulterior de ser alabada por el resto de vehículos, el conducir con la barbilla puesta encima del volante o la mejor de todas: poder maquillarse mientras se habla por el móvil circulando además en el atasco de turno.
Queridos niños: en efecto, las odio a todas. Odio sus putas pegatinas, odio lo mal que conducen, odio que hablen por el móvil, odio que claven frenos cuando cogen un desvío para luego ir a 20 por hora haciendo eses. Odio su mera existencia.
Cito a un gran filósofo de hoy cuando digo:
Somos necesarios para que otros ganen y sean felices. Cumplimos una tarea social fundamental: sin perdedor no hay ganador.¡Pues yo estoy hasta los cojones de ser un perdedor!
Me quito el sombrero y retiro todo lo dicho. Eres el mejor, cuando los alienígenas bajen y te instauren como amo y señor de la tierra juro servirte fielmente.
ResponderEliminarNo creo que tenga relación poner pegatinas a tu coche, con la marca de los judios...
ResponderEliminarMi pegatina de cálico electronico en la tapa de la gasolina, no le da 15 caballos, ni me identifica con algún grupo (o sí?), simplemente me parece graciosa.
Podías haber hecho otra analogía, pero la de los judios me parece un poco accidentada.
Oh. Tremendo documento. Me encanta la manera de llegar a la puta pegatina de la margarita... XD
ResponderEliminarA mi, me sugirieron el marcarme. Pero me negué. Me rebelé. Yo que soy hidalgo y castellano viejo. Marcado con una florecilla. Como si fuera invertido!!
Por supuesto, el que el coche sea de mi madre (mujer nada amiga de pegatinas) no tiene nada que ver...
Fue MI decision!
Por otro lado, el unico tunning(*) que estoy dispuesto a hacer a mi coche, es soldarle las puertas, pintarlo de naranja butano, pintarle una bandera confederada en el techo, e irme a dar botes perseguido por el sheriff en mi nuevo Astra Coupe "General Lee" Edition...
PD: La mejor pegatina, la que da mas caballos: La de TURBO/BRUTO
(*) Si, las pegatinas son el tunning mas viejo del mundo. El primer paso hacia la degradacion fisica, mental, y moral de una persona...
Se me olvidaba.
ResponderEliminarLa unica pegatina que he visto en un coche, y que estaria dispuesto a poner, es la de una vista lateral del Messerschmidt Me 262 "Schwalbe"...
Si llego a ver al dueño del coche, le declaro mi amor incondicional...
No entiendo el por qué del género femenino en ésta diatriba.... Yo soy mujer, NO llevo margaritas, NO me voy de excusión al carril adyacente, NO hago eses, NO doy frenazos sin sentido, NO me maquillo (ni en el coche) y sin embargo SI sufro a muchos caballeros que en la carretera hacen lo expuesto anteriormente y muchas cosas más (entre las q destacaría el afeitarse mientras se conduce).
ResponderEliminarBien es cierto que he visto hacer burradas a ambos géneros, pero las mayores, que generalmente van relacionadas con la prepotencia al volante, las han hecho los caballeros.
Dicho queda....
Comienza el espectáculo.
ResponderEliminarMeterle pegatinas a un coche es un síntoma inequívoco de decadencia, nos pongamos como nos pongamos. Yo si tuviera un coche le pondría en el puto capo una pegata inmensa de Cobra (los de giajoe) porque me molan un huevo... pero no negaría que eso me hace bajar un escalón más hacia las simas de la ignominia.
Yo soy un conductor horrendo y muchos pueden dar fe de ello, al igual que hay mujeres que pueden ser excelentes conductores... pero!!! Mira los deportes del motor y dime cuantas mujeres hay. Normalmente los deportistas en algo representan lo mejor de la humanidad en ese algo (tu tio listo, he dicho normalmente así que callate la boca) y ... mujeres... pues no.
Comparar las pegatas con la estrella de David... francamente, cuando sale el tema del nazismo todos nos echamos la mano a la cabeza y no nos atrevemos a decir ni mu ni pensar. El puto amo (como la gente de bien conoce a Ventura) trata de indicar que antes a la gente se la marcaba para separarlas del resto y que ahora nosotros mismo somos los que nos marcamos para separarnos del resto en una especie de ilusión de individualidad. Por lo menos eso he entendido.. pero como la sociedad se ha empeñado en decirme diariamente, yo soy un tipo idiota y sin sentimientos... con lo que puede que esté equivocado.
Simplemente genial, estoy deacuerdo con lo expuesto por el señor Ventura, desde pequeño creo que ha sido una lucha diária el comprar artículos que no tubiesen marca de ningún tipo, al menos de forma visible, es increible, al final creo que he desistido y ahora me compro lo que me mola y punto, todo está etiquetado en éste mundo de números donde lo que menos importa son las personas, en cuanto a lo de las tias ya sabes mi opinión al respecto y hay tanto garrulo el como garrula ella sueltos por el mundo y de momento el asesinato es delito, por lo que habrá que convivir pacíficamente, otra tilita ..., hoy me tomo un chupito a vuestra salud!!!
ResponderEliminarPor más que se empeñe la humanidad en que cada ser humano sea autónomo e independiente no podemos luchar contra natura. El humano necesita sentirse identificado con algo o alguien (pegatinas, banderas..)..y por mucho que pase el tiempo esto seguirá siendo así. Incluso aquellos que dicen no pertenecer a nada, se habren un blog para desmarcarse del resto y quitarse pegatinas y complejos pero no hacen otra cosa más que hacercarse a pasos agigantados a los que como él, dicen no pertenecer a nada...
ResponderEliminar"Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio"..xDDDD
Ojo, Ventu y Parri, al articulo que se han marcado los de RBBE...
ResponderEliminarGlorioso!
http://www.areopago.es/blogs/fumbol/?p=63
Voy a irme a comer dando hurras a la Madre Rusia y al Padrecito Stalin!
Hacia la victoria siempre!
Excelente historia la de esa web, no sé si es 100% verdad... pero me pareció algo grande.
ResponderEliminarCada uno tiene derecho a llevar cosas que le identifiquen, el mismo derecho que a meterse un gerbo por el culo, cada uno puede hacer lo que quiere... pero eso no significa que esté bien.
El problema que veo yo es que realmente usamos esas etiquetas más para enfrentarnos entre nosotros y para sentirnos mejores que los demás que para unirnos en un grupo, a más etiquetas de ese grupo más guay soy (corte de pelo, ropa, piercings, forma de hablar...)
Pero bueno, que coños se yo... voy a montar mi tribu urba de jovenes españoles con estudios, nivel de vida medio, que siguen en casa de los padres y que tienen la mentalidad de un chaval de 15 años.
No es que pase de los comentarios anteriores, sino que llevo todo el día pringando y no he tenido tiempo de contestar.
ResponderEliminarQuedo muy agradecido por en interés mostrado, y, a la vista de las visitas de hoy, parece claro que mi público pide caña: ¡así sea!
PD: Parrilla, ya somos dos en la tribu esa.
Para Ventu
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=wuJ9gbXAoyg