De escolios, glosas y marcalibros cutres
Esta mañana leía el post de mi amigo Noatodo en el que hablaba de su afición por escoliar los libros que lee. Yo soy de los que se resiste a anotar. Sí, me gusta tener los libros más o menos cuidados, y, sin embargo, cuando veo uno de mis libros sobajado sé que es bueno por el número de veces que lo he releído, lo que me trae a la memoria que siempre digo eso de que "un libro que no apetece se leído al menos dos veces no merece ser leído una primera", también aplicable a cualquier película: "si una película no apetece ser vista al menos dos veces, no merece ser vista una primera". Pero tranquilidad, que tras este desvarío me insto a volver al tema que me traía.
El caso es que no escribo en los libros; intento mantenerlos más o menos nuevos y, además, me obstino en usar como marcadores para los libros los recibos del cajero. Esto de usar los recibos del cajero es una de esas excentricidades mías que estoy convencido de que me son útiles a mí, pero podrían serlo a los demás, por los siguientes motivos, peregrinos para unos, provechosos para mí:
- primero: los recibos del cajero están hechos de un papel extremadamente fino. Esto redunda en que no se estropee la encuadernación del libro, ni deje marca en las hojas.
- segundo: lleva la fecha de la operación impresa, lo cual, con el paso del tiempo, me permite, simplemente mirando el o los recibos insertos en el libro, saber aproximadamente cuándo lo leí.
- tercero: puedo ir cortando del propio marcador pequeñas tiras de unos 5 milímetros de grosor que me sirven para marcar pasajes, ideas o frases que me han llamado la atención.
En más de una ocasión me hubiera gustado darle a la pausa a una película, poder cortar una de esas pequeñas tiras de papel insulso, y marcar una escena.
Como siempre, eso de no glosar lo que a uno se le ocurre tiene ventajas e inconvenientes.
- ventajas: si basándome en lo leído supuse algo equivocadamente (lo habitual), siempre podría en una segunda lectura, y teniendo mucha suerte, acertar en la nueva reflexión.
- inconvenientes: si, por designios del destino o por los hados de la celulosa, pensé correctamente, es harto difícil que en una segunda lectura llegue más allá de lo que llegué la primera vez.
por fín consigo ser el primero en poner un comentario aquí...no sé porque pero estoy contento.
ResponderEliminarPondré el recibo del pan de hoy en mi ordenador e intentaré dentro de 5 años recordar pq era...xDDDD
Yo, además de pintarrajear de varias maneras lo que haga falta (meter en circulitos, trazos gruesos en los laterales del párrafo, subrayados de frases, ...), hacer esquemas en los márgenes, apuntar ideas y pelearme con el autor, en la primerísima página hago un índice en que anoto en qué páginas hay algo que me resulta interesante y el tema que allí se desarrolla.
ResponderEliminarMe hizo mucha gracia lo de tus marcadores hechos a base de cortar en tiras los recibos. Muchas veces, por no levantarme a coger unas banderitas, hago lo mismo con los post-it.
Un abrazo, Ventu.
Pués yo no suelo escribir nada en el libro que leo. Me gusta cuidarlos y procurar no estropearlos.
ResponderEliminarNo me gusta coger luego un libro y ver que esta estropeado, condiciona mi lectura o estudio
@De la croix: ¿Recibos del pan? ¿Pero a qué mente enferma se le ocurre usar los recibos del pan? x´´´´DDDDDDD
ResponderEliminar@No a todo: Supongo que también depende de lo que leas. En mi caso, si leo cosas técnicas ya tengo suficiente con intentar entenderlo como para intentar anotar, y, si leo algo más humanista, ¡ni te cuento! :D
Y escribir notas en el Mortadelo no me parece de recibo. xDD
@Iceman: Para mí, anotar en los libros no siempre los estropea; en muchas ocasiones, y dependiendo de quien lo haga, los enriquece. No se trata de pintarrajearlos, sino de anotar aportaciones al propio texto.
Por supuesto, si anotara lo que se me ocurre al leer un libro, me lo cargaba :(
Ventu, la pregunta no es, y cito textualmente:
ResponderEliminar"¿Pero a qué mente enferma se le ocurre usar los recibos del pan?"
sino más bien:
"¿Pero a qué mente enferma se le ocurre pedir recibos cuando compra pan?"
¡Buen apunte! xD
ResponderEliminarLo que no he dicho por vergüenza es que, si saco 40 euros del cajero, primero saco 20 y luego saco otros 20... para tener dos recibos. 8-\
Y sí, estoy en tratamiento. x´´DDDD
mi panadera es muy profesional y te entrega el recibito sin pedírselo....
ResponderEliminarVentura:
ResponderEliminarno te has planteado, que si anotas, en esos libros técnicos que lees, tus razonamientos en el momento de la lectura te ahorrarás mucho tiempo de pensar cuando vuelvas a él por un problema?
En cuanto a los libros de literatura, yo tambien soy de la idea de no anotar nada porque según el momento en el que los leas puede transmitirte una sensación u otra, mientras que si tienes pensamientos anotados, siempre será el mismo libro el que lees sin dejarte llevar por su historia y tu momento.
Me has dejado impresionado con los tickets del cajero, ahora me estoy leyendo unos libros, y sin duda pondré en marcha tu práctica.
ResponderEliminarGracias por pasarte por el blog, y aunque no siempre te haga comentarios, leo todas tus entradas. Un saludo.
@De la croix: ¿Pero a qué panaderías vas tú? Donde yo voy la cuenta te la hacen en un papel marrón, con un lápiz 4B... ¡y en pesetas! xDD
ResponderEliminar@Lapelos: Con los libros técnicos no suelo razonar. Más bien acabo con dolor de cabeza. Además, como ya sabes, mi estilo no es solucionar problemas, sino crearlos. :-P
@Alby: Igualmente te digo que, aunque no siempre nos comentemos, sí que nos leemos. :D Saludos!
Pues yo como buen friki uso una carta de Magic the Gathering para marcar los libros. Concretamente una tierra doble Negra-Rojo de la 3ª Edición...
ResponderEliminarLo cual tiene tres desventajas:
- Es gorda como su puta madre, lo cual hace que todos mis libros tengan un gracioso descojone a la altura del lomo.
- No contiene fecha ni nada, y siempre uso la misma con lo cual no me permite saber si un libro lo he leido o no y de haberlo leído saber cuando.
- Dicha carta la podría vender ahora mismo por unos módicos 30€ a un niño imberbe de barrio pijo de Madrid Norte.
30 leuros por una badland??
ResponderEliminarOMFG!!
Creo que, por fin, voy a rentabilizar todo el gasto que hice de jovenzuelo con las malditas magic!!
Magic the Gathering.
ResponderEliminarEs algo tan friki que me sorprende no haberme enganchado también a eso.