F1: GP Mónaco 2007 (2ª parte)
Ya lo estábamos esperando. Tras afirmar Antonio Bobato en el GP de España que tener al público de tu lado daba entre 8 y 10 caballos más a tu coche, este fin de semana, durante la clasificación del GP de Mónaco, me he refocilado con una explicación técnica que me llenó de un gozo tan grande que a punto estuve de sufrir un colapso cerebral. Al más puro estilo Jesús Fraile (recuerden: "el chasis de Ferrari le da 10 caballos más al coche"), el sandio obeso retomó los comentarios de barra de bar y tuvo las santas narices de afirmar que "el alerón frontal del McLaren le da entre 3 y 5 caballos más al coche" (se estaba refiriendo a esto). La fiesta no pudo ser completa, puesto que Bobato no repitió esta vez el refrán español "los últimos serán los primeros" (Mateo 20:16), que es lo que voy a comentar hoy.
Por más vueltas que le daba no conseguía desentrañar la obstinación reincidente en afirmar que era éste un refrán español. Sin embargo, con ayuda de google y del Espíritu Santo, por fin he visto la luz. Como hace habitualmente el Dr. House, he aplicado el método de la navaja de Occam (en igualdad de condiciones la solución más sencilla es probablemente la correcta) y he concluido que Antonio Bobato, cual exégeta bíblico del siglo XXI, ha descubierto que el evangelista San Mateo era en realidad español, casi con toda seguridad ovetense, e incorporó en sus escritos aquello que le era más cercano (en este caso el refrán de marras).
Pero no queda ahí la cosa. En la inextricable maraña de referencias cruzadas que florecen por todo el nuevo testamento, también aparece el refrán en los evangelios de San Marcos (Marcos 10:31) y de San Lucas (Lucas 13:30). Así que, siguiendo el proceso de inferencia usado antes, concluimos que San Mateo, San Marcos y San Lucas eran españoles. Seguramente San Juan sería un envidioso y resentido periodista inglés que nos tiene pelusa.
Todo esto, puesto en común, nos acerca a otra evidencia oculta hasta ahora: si sus biógrafos oficiales, así reconocidos por la Iglesia, son españoles, ¡no cabe duda de que Jesús de Nazareth tenía que ser español! Si joder, de Nazareth, ese pueblecito junto a los lagos de Covadonga. ¡Pero si hasta el Santo Sudario está en la catedral de Oviedo y el Cáliz de la Última Cena está en Valencia! ¡Está clarísimo!
Y todo esto, que nos estaba oculto por Dios sabe qué ignoto motivo, nos ha sido desvelado en una retransmisión deportiva. Sin embargo, es tan evidente que me sonrojo sólo de pensar lo cegados que hemos estados los últimos 2000 años. No me pregunten cómo se podía creer hasta ahora que Jesús era judío, porque no lo entiendo.
Queridos niños: si bien yo mismo era uno de los que me quejaba amargamente con los comentarios de nuestro ahora añorado Jesús Fraile, los ceporros comentaristas que nos han tocado en suerte a los pobres españolitos de pro han vuelto a hacer bueno el refrán de "otros vendrán que bueno te harán".
¡¡ AMEN !!
ResponderEliminaro lo que sería equivalente (según nuestro orondo amigo):
¡¡ Hostiaaaaaaaa !!!!
Acabas de revolver los cimientos de 2000 años de historia. ¡Si Juan Pablo II levantara la cabeza...
... se daría con la tapa!
Segun Lobato, Fernando Alonso es la personificacion de Dios en la tierra.
ResponderEliminarY todos sabemos que Dios en la tierra solo hay uno, por lo que claramente se confunde.
¡Hail Mandril!
ResponderEliminar¡Hail Mandril!
¡Hail Mandril!
Mandril considera la formula 1 aburrida, a no ser que participen chimpances y los coches lleven lanzamisiles.
ResponderEliminarTe ha podido la nostalgia, amigo Ventura.
ResponderEliminarEl que se empeñaba en hacer a todo el mundo español era nuestro añorado Fraile.
Solo recordar al pobre hispano-aleman Heinz-Harald Frentzen, el cual al saberse español decidio acabar con su carrera formulaunistica....
Bobato, lo unico que quiere es un rico bukakke, de nuestro amigo Alonso...
Ademas, hay que fijarse que se nacionaliza, nada de una nenaza sosa y apocada como Kimi.
Montoya en cambio si que tenia buenos fundamentos. Mala hostia e instinto asesino. Digno de su sangre española!
Hail Mandril!
¿No cabría la posibilidad de que los citados evangelistas fueran en realidad la misma persona?
ResponderEliminarSeguramente eran distintos disfraces de esa divinidad que en tiempos se llamó Jesucristo y que, hoy día, se conoce en Telecinco como Fernando Alonso.
Esto implicaría que Judas sea parte de esa conspiración que existe contra "Cueyaco de Toro", que se extiende desde sus mecánicos hasta Vladimir Putin, pasando por Hamilton, Räikkönen y el vicepresidente de la CIA.
Van a coger un odio al pobre Hamilton... ya vereis los comentarios del proximo GP
ResponderEliminarOstia!
ResponderEliminarHay que crear la religion de Alonso, pero YA!
Yo me pido ser el Pope, que siempre he querido tener un Ferrari GTO, y un garaje como el del Jamiroquai!
Empezad YA con vuestras donaciones!
Alonso es DIOS, y Bobato su profeta!
Respecto al posible odio a Hamilton, los de T5 odian a cualquier cosa que no sea Alonso, asi que lo tiene asegurado.
Pero llamar pobrecito a Hamilton...